Ahí nos hablaba de Dios, de los santos, tenía libros dedicados a los niños sobre la vida de santos de la Iglesia Católica y nos leía. Ahí conocí a Santa Rosa de Lima, mi santa patrona, su vida y obra, a Santo Domingo de Guzmán, a Santa Teresa, la vida de María Magdalena, y muchas mas.
Casi para terminar rezábamos una decena del Santo Rosario, para terminar con el ansiado premio, sobre todo esperado para la pequeña niña de escasos 4 años que iba únicamente para eso, el dulce del final, esa niña que casi toda la sesión se la pasaba dormida por lo aburrido que era para ella.
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