domingo, 22 de marzo de 2015

El mole



Un platillo tradicional de la cocina mexicana que hoy en día muy poca gente sabe hacer desde sus ingredientes básicos. Todo se ha reducido a comprar una pasta de mole ya preparada e hidratarla. Yo cuento con la dicha de prepararlo a partir de una receta familiar que mi Padre nos compartió.

Aún recuerdo que en casa de mi Abuelita paterna sabía iban a preparar mole porque comenzaba a juntar los ingredientes desde 15 días antes, entre ellos los chiles, unas tortillas y un pan blanco o bolillo que dejaba hacer duro en su alacena. Ver como esa Señora tan bella a su avanzada edad preparaba con tanta dedicación los ingredientes, y llevaba sus dos cubetas llenas al molino para regresar a preparar sus ollas de mole para vender.

Nosotras íbamos a su casa todos los fines de semana, pero no siempre nos tocaba cuando tenía sus ollas llenas de ese delicioso platillo.  Pero le decía a mi mamá que sacara del refrigerador un recipiente que contenía una pequeña cantidad de mole. Este no era para mi mamá, al menos no de inicio, la condición para que lo probara mi madre era que me preparara mis Enchiladas de mole, un platillo a base de tortillas que son remojadas en el mole, y se les coloca queso en la parte superior, y solo así mi madre podía acabarse el resto.

Mi abuela Paterna Q.E.P.D. era de origen humilde, donde su rama del árbol genealógico familiar queda trunca al no haber registros sobre su padre ya que el pertenecía a una etnia de la zona de tierra caliente en Michoacán, México.

Era una señora cuyo léxico lo integraban palabras altisonantes, pero no recuerdo que nadie me haya dicho: Guachita, hija de tu chingada madre, con tanto amor como ella. Cabe mencionar que la palabra guache, como llamaba ella a los niños es una palabra poco común en México, pero que en el lugar de donde ella provenía, la zona de Tierra Caliente, es un regionalismo común.

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